“Todo comenzó cuando hice un viaje para visitar a unos familiares en Alemania y luego fui a Bulgaria a ver a unos amigos. Entonces se despertó dentro de mí el “instinto” viajero. Suelo elegir lugares con vuelos baratos e irme. Simplemente así. Llego, busco un hostal cercano, elijo una habitación y me pongo a descubrir el lugar.”
Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Nueva York, Bulgaria, Estonia, Finlandia, Lituania, Letonia, Polonia, Serbia, Bélgica, Inglaterra, Alemania, Italia, Holanda, España, República Checa, Dinamarca, Hungría, Rusia, Suecia, Ucrania, Jordania, Camboya, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Tailandia. No, no es un fragmento de la novela ‘La vuelta al mundo en 80 días’, pero podría serlo. El extracto pertenece a una de las aventuras de Costas, viajero y observador, que publica en su blog Runvel. Hasta Phileas Fogg se moriría de envidia, a mi me pasó. Nos reunimos con él para averiguar cómo empezó este proyecto y por qué tiene intención de continuar viajando por el mundo.
¿Cómo organizas tus viajes?
No lo hago. Normalmente la planificación y la organización son improvisadas, no me considero organizado y por eso mis viajes son un poco ‘descuidados’, algo que por supuesto no recomiendo a las personas que leen el blog.
¿Cómo es viajar solo? ¿Es arriesgado?
Generalmente las capitales europeas que he visitado son seguras. Una tarde conocí a una pareja en un bar de Lituania y empezamos a charlar. Terminamos tomando cervezas con sus amigos hasta la madrugada, hablando de la cultura griega y jugando al futbolín. En un momento dado me preguntaron: “¿No te preocupa salir en un país extranjero con gente que acabas de conocer?”. Yo les dije: “No. ¿No os preocupa salir con un desconocido de otro país?”. Entonces rieron. Son estos momentos los que acabas valorando, porque es importante ser abierto con la gente, aunque también hay que hacerlo con cabeza.
Como viajero, ¿qué es lo que has aprendido del comportamiento de la gente?
Voy a responder a tu pregunta con un incidente que me pasó cuando iba de Camboya a Tailandia. La situación es la siguiente: es mediodía, vas con una mochila por una carretera desierta, solo ves llanuras interminables y valles alrededor. ¿Cuál era mi objetivo? Ir a pie hasta la siguiente ciudad. “Desde allí puedes coger el bus”, pensé. Por lo que iba caminando y caminando y caminando. “Esto no es normal”, pensé de nuevo “debe haber algo por aquí”. Tras quince kilómetros de caminata me di cuenta “Vale, no hay nada”.
¿Qué hiciste entonces?
Llegué hasta un puesto militar y les enseñé un mapa y el sitio al que quería llegar. Me miraron extrañados, pero me dieron indicaciones. Así que continué caminando y, por suerte, pasado un rato, una pareja me vio y paró el coche.
Una pareja, otra vez…
Sí, parece cosa del karma. Después de que me explicaran que estaba en medio de la nada se ofrecieron a llevarme hasta la siguiente ciudad. Me monté en su coche. Empezamos a hablar, todo lo que es posible entre extranjeros. Era gente sencilla, “currantes”, como diríamos. Acababan de terminar una jornada de ocho a diez en un trabajo que tenían a ochenta kilómetros de casa y, aunque no hablábamos el mismo idioma, me recogieron, me salvaron de recorrer veinte kilómetros a pie – esa era la distancia hasta la ciudad más cercana -, me llevaron a la estación de autobuses y me compraron unos billetes. Su ayuda fue decisiva en mi viaje. Les doy las gracias.
Has viajado a muchos sitios de Asia ¿Cómo es aquello?
Le tengo cariño a Asia en muchos sentidos: su belleza natural, su gente educada y muy amable. Me encantó Tailandia. Ojalá hubiese tenido más tiempo para verla, sin mencionar la excelente cocina.
¿Crees que la cocina forma parte de cada cultura?
Es una parte integral, indudablemente. La comida es cultura, revela mucho sobre el lugar, sobre su gente. En Grecia soy dueño de un restaurante con mi familia donde cocino comida tradicional griega, así que siempre procuro probar la cocina local de los sitios que visito, también desde un punto de vista profesional.
¿Qué lugares te han impresionado más de Asia?
Aunque no soy materialista, admito que me impresionó el nivel de desarrollo de Singapur. Una ciudad ‘occidental’, muy bien organizada, impecable. El transporte público llegaba siempre a la hora que tocaba y había mucha seguridad. También me sorprendió Amman. Aunque no la puedes comparar con Singapur claramente sobresale por encima de los estándares de Oriente Medio. Es una ciudad próspera con un elevado nivel de vida y estabilidad política. Y pensar que Jordania es el único país que no tiene petróleo… a veces el petróleo es una maldición.
¿Qué le dirías a la gente que está pensando en viajar?
Deja de pensar y hazlo. Deja tus dudas a un lado, no temas los costes y sal ahí fuera. Incluso a las mujeres que quieren viajar solas les instaría a hacerlo. Recuerdo que en Sri Lanka conocí a una española en el tren de vuelta de Nepal. Había estado viajando sola durante meses. Llevaba una mochila enorme. Nos pusimos a charlar. Decía que no tenía ni idea de hacia dónde iba.
¿Qué consejo le darías a quien esté a punto de viajar por primera vez?
Tener en cuenta el clima y los cambios de tiempo en el sitio al que van y elegir con cuidado la ropa que lleven y el resto de cosas que metan en la mochila.
Eso de preparar la mochila es una ciencia, ¿verdad?
Sin duda. Yo me la preparo bien… de casualidad.
¿Qué crees que los viajes te han aportado como persona?
Viajar abre la mente. Me he vuelto más tranquilo. Siempre vuelvo más sereno de cada viaje. Por casualidad escuché a unos amigos hablar de cosas que yo había visto y que sabía que no era como ellos decían, pero preferí no decir lo que pensaba… Empecé a apreciar más las cosas, sobretodo Grecia. Su belleza natural, no la situación económica y política. También aprendía a reconocer los defectos, los errores y las cosas que se hacen mal en mi país.
¿Es viajar una ‘escuela’?
Claramente lo es. Viajar es educativo y uno no necesita ir a la universidad para que te eduquen. Quiero decir, sí, pero viajar es otro tipo de educación. Es una gran escuela donde los profesores son personas corrientes: una ama de casa que te tratará amablemente pese a ser un desconocido, un taxista que te contará un chiste cuando te vea cansado. Viajar es algo en lo que no me importa invertir. Una de las razones por las que creé la webRunvel fue porque quería registrar todas mis experiencias, crear una especie de diario que fuese accesible para todos y que pueda compartir con todos. Si motivo aunque sea a una persona a viajar o si alguien visita un sitio y me dice: “sí, es tal y como escribiste en tu web”, creo que he conseguido mi propósito.
¿Te acuerdas de casa cuando viajas?
Sí, siempre tengo a Grecia presente. Especialmente cuando estoy fuera durante un mes y siento que todo será distinto cuando vuelva, pero todo es igual. Puede que el Primer Ministro haya cambiado (ríe).
El próximo objetivo de Costa – que reveló cuando la grabadora estaba apagada – es hacer un viaje un poco más ‘aventurero’, que incluirá varios días de montañismo (entre nosotros, se escuchó el nombre de la Patagonia). Esperamos de todo corazón que llegue a hacerlo, que continúe con tanta determinación como siempre y que siga llenando su mochila con pedazos de un mundo esperando a ser descubierto.
Si quieres tener una idea más clara y una imagen más completa de las experiencias viajeras de Costa puedes visitar su web: Runvel (pronto en inglés).
[crp]
Comentarios Recientes