Entre el pasado legendario de Irlanda y el futuro de Star Wars

Skellig Michael, Irlanda. No son muchas las personas que conocen la historia de esta isla, un lugar donde parece que la leyenda se impone a la realidad y la supera.

Por Alessandra Ivaldi / 20.6.2017

En primer lugar, es necesario explicar que el tema del que hablamos constituye el primer punto de una ruta imaginaria que llega hasta Jerusalén. A lo largo de la ruta encontraremos seis lugares más: el St. Michael’s Mount en Cornualles, el Mont Saint-Michel en Francia, la Sacra di San Michele en el Valle de Susa y el santuario de Monte Sant’Angelo en Apulia, ambos situados en Italia, el monasterio Symi en Grecia y, finalmente, el monasterio Mont Carmel en Israel. En total, se trata de siete lugares sagrados dedicados a San Miguel (de hecho, Skellig Michael en gaélico significa “la roca de Miguel”) y separados por una distancia de aproximadamente 1000 kilómetros los unos de los otros.

Vistas de Little Skellig desde Skellig Michael. Fotografía: flickr (IrishFireside)

Llegados a este punto, la historia que vamos a contar está, por supuesto, íntimamente ligada con el mundo religioso. De hecho, podríamos añadir que la isla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, es el ejemplo por excelencia del ascetismo y del riguroso estilo de vida monástico gaélico-cristiano.

Skellig Michael, situada a 17 kilómetros de la costa de Kerry, es la mayor de las dos islas Skellig. Se trata de un lugar donde el océano manifiesta su vehemente poder, lo cual supone que ambas islas sean prácticamente inaccesibles para el resto del mundo.

De hecho, hasta el siglo VI, solamente vivían aves marinas. ¿Qué pasó, entonces? Pues que un grupo de monjes consiguieron, con mucha valentía, llegar a la isla a bordo de sus rudimentarios barcos. Finalmente, la colonizaron en el año 588 y construyeron uno de los monasterios más increíbles del mundo en lo alto de sus impresionantes acantilados.

Las escaleras que suben al monasterio. Fotografía: flickr (Care_SMC)

La única manera de llegar al monasterio es subiendo las 600 escaleras esculpidas en roca que lo separan del mar. En lo alto, una antigua cruz celta se alza sobre las celdas espartanas de los monjes. Todo está hecho de roca.

El estilo de vida en este monasterio era muy diferente del de otros monjes que vivían en Irlanda continental. La ausencia de tierras cultivables, necesarias para la producción de cereales, hizo que las plantaciones de verduras, cobijadas bajo las paredes del monasterio, se volvieran imprescindibles. Además, el pescado, la carne y los huevos de las aves que anidaban en la isla constituían una parte muy importante de la alimentación de estos monjes.

Monasterio en la isla Skellig Michaell. Fotografía: flickr (Care_SMC)

Existe una división entre los historiadores en cuanto a la fecha en la que el monasterio fue abandonado. Se cree que un cambio climático drástico que tuvo lugar durante el siglo XII provocó que el clima en la isla fuese más frío y tormentoso y, en consecuencia, esta fuera menos habitable. Por ello, los monjes entendieron que era el momento de volver a Irlanda continental.

Durante el siglo XVI, unos peregrinos descubrieron la isla y su extraordinario monasterio. Esta vez también eran las aves marinas, en especial los juguetones frailecillos, las únicas que habitaban el lugar.

Frailecillo en Skellig Michael. Fotografía: flickr (Maureen)

Durante todo este tiempo, la belleza salvaje de la isla ha cautivado e inspirado a artistas de todo tipo, desde escritores y músicos hasta directores de cine. ¿No os lo creéis? Tenéis que ver entonces la película Star Wars: El Despertar de la Fuerza rodada en 2015 y fijaros en las escenas finales. La isla maravillosa e inaccesible que aparece es Skellig Michael. También saldrá en la próxima entrega de la serie, titulada Star Wars: Los Últimos Jedi, que se espera para el próximo mes de diciembre.

Ahora os morís de ganas de planear un viaje a Irlanda, ¿no? Por desgracia, o quizá suerte, Skellig Michael no es uno de los destinos turísticos más populares. Los turistas pierden las ganas de ir cuando ven lo remota que es, así como por las restricciones que impone el gobierno irlandés. De hecho, solo está permitido que diez barcos con una capacidad máxima de doce personas zarpen desde la costa de Kerry al día.

Las rocas en Skellig Michael. Fotografía: flickr (GGzeOuf)

El hecho de que el gobierno sea tan estricto se explica, obviamente, porque se ha decidido preservar al máximo este lugar tan único en el mundo. Lo que más preocupa a las autoridades son las impresionantes escaleras que conducen al monasterio, ya que, por un lado, la presencia de numerosos turistas acabaría provocando, inevitablemente, la degradación de esta estructura tan antigua, y, por otro, los arduos escalones podrían suponer un riesgo para los visitantes que se atrevan a subirlos.

Además, aterrizar en la isla está terminantemente prohibido en caso de mal tiempo, ya que sería demasiado peligroso.

Aun así, ningún obstáculo es lo suficientemente grande ante la oportunidad de visitar un lugar tan mágico e inspirador. Seguro que valdrá la pena.

Autora

Alessandra Ivaldi (Italia)

Estudios: Lenguas Extranjeras para la Comunicación Internacional

Habla: Italiano, inglés, alemán francés

Europa es… patrimonio cultural

Traductora

Marta Morillo (España)

Traductora y profesora de idiomas

Estudios: Traducción i Interpretación

Habla: Castellano, catalán, inglés, alemán

Europa es… lo que queramos ser.

Revisora

Miriam Vázquez (España)

Estudia / Trabaja: Periodismo y Ciencias Políticas y de la Administración

Habla: español, catalán, inglés, algo de francés y alemán

Europa es… un lugar único donde convive gente de diferentes culturas, idiomas y puntos de vista

Twitter: @mirabroad

Author: Anja

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