¿Noticias verdaderas o falsas? Esa es la cuestión

Hoy en día, la posverdad la protagonista indiscutible del periodismo y de los debates políticos, convirtiéndose así en uno de los problemas más grandes de nuestros tiempos. Pero, ¿en qué consiste? Veámoslo a través de las palabras de Roberto Saviano.

Por Iris Pase / 23.7.2017

El jueves, el teatro municipal de Treviso (al norte de Italia), atestado de gente, fue el anfitrión de una conferencia organizada por el centro de investigación de la comunicación “Fabrica”. Titulada “La verdad, nunca más. Crónica y análisis de datos en la era de la posverdad y las noticias falsas”, la conferencia fue moderada por Roberto Saviano, un famoso escritor y periodista italiano, autor de bestsellers como Gomorrah y ZeroZerozero.

La abusada palabra “posverdad” fue nombrada por los Diccionarios Oxford como Palabra del Año 2016, y la definen como “circunstancias en las que los hechos objetivos influencian menos en la formación de la opinión pública que las apelaciones a las emociones y creencias personales”. En términos más simples, la posverdad está inevitablemente vinculada a una falta de información pero con abundancia de emociones: una declaración o la veracidad de un evento ya no es importante para las autoridades o el público, porque lo que en realidad importa es que las ideas y demandas atraigan a una audiencia, y que estas puedan hacerla crecer potencialmente. Miremos, por ejemplo, el caso de Kellyanne Conway, consejera de la Casa Blanca: cuando fue confrontada con la mistificación evidente del número de participantes en la inauguración de Trump, ella sostuvo que Sean Spicer, el Secretario de Prensa, estaba simplemente ofreciendo hechos alternativos. El problema es que ‘hechos alternativos’ no son hechos, sino, la manipulación de estos.

La retórica de la política contemporánea juega con las creencias e instintos de la gente con el fin de generar reacciones dictadas por la pasión más que por la razón; lamentablemente, la posverdad a menudo despierta emociones negativas que conllevan a eventos de furia y violencia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este no es un proceso unidireccional y que las creencias no son solo explotadas o puestas a pruebas, sino que también pueden, aparentemente, servir como medio de verificación y legitimación. Solo hay que recordar cómo Trump utilizó la opinión pública para justificar sus reclamos de no haber ganado el voto popular debido a los millones de votos fraudulentos, con una simple declaración: “Todos lo creen”.

Real or Fake? Illustration

Ilustración: Luzie Gerb

En una demostración y explicación adicional del fenómeno, Roberto Saviano propuso varios casos. Por ejemplo durante las elecciones de los EE.UU, “Ending the Fed” sostenía que el Papa Franciso apoyaba a Donal Trump, escandalizando así al mundo entero. La historia, compartida tanto por aquellos que la creían como por los que no, ya sea para ridiculizarla o criticarla, viajó alrededor del globo y desafortunadamente fue tomada en serio por un par de horas. Aunque fue extremadamente influyente desde el punto de vista político, al menos esta noticia falsa no contribuyó a la realización de actos criminales, al contrario de “Pizzagate”. A lo largo de las elecciones del 2016, una teoría conspiratoria se hizo viral por todos los Estados Unidos: Se decía que cierto número de restaurantes estaban involucrados en el tráfico de personas y pedofília. Determinado a investigar el asunto por sí solo, Edgar Maddison Welch, de 28 años, disparó a una organización ficticia de prostitución de menores, en la pizzería “Comet Ping Pong” en Carolina en diciembre del 2016. Afortunadamente, nadie salió herido, pero el hombre dañó paredes, puertas, escritorios y pudo fácilmente haber destruido varias vidas.

¿Acaso estamos locos? ¿Queremos ser alimentados por mentiras? ¿Estamos siendo engañados por alguna conspiración masiva oculta? Los periodistas negaron la existencia de tal conspiración o logía y prefirieron enfocarse en las redes sociales, en la manera en que las noticias son percibidas y concentradas y como la mentalidad de las personas ha sido profundamente impactada por la expansión de nuestro mundo actual y acelerado. Citando a Eduardo Galeano, Savino dijo: “Cuando teníamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas”. Eso es exactamente lo que sucedió en las redes sociales: Las reglas han cambiado, una nueva manera de comunicarse e interactuar se ha desarrollado, modificando así nuestra perspectiva del mundo y la manera en que percibimos y conocemos las cosas. Saviano enfatizó cómo los individuos contemporáneos se focalizan en metas a corto plazo: Todo debe ser hecho y logrado ahora, los resultados deben ser inmediatos, no tenemos tiempo para procesos a largo plazo. No leemos un análisis detallado y exhaustivo, preferimos un tweet. De acuerdo con una estimación reciente, el 70% de los jóvenes americanos leen las noticias en Facebook, confiando en una fuente mucho menos precisa que un artículo de periódico, el cual podría ofrecer una visión más completa del asunto. Necesitamos tiempo para articular nuestros pensamientos y crear nuestras opiniones, pero es más fácil leer una historia de cuatro líneas que detenerse, evitar revisar las notificaciones durante diez minutos y tratar de entender el problema.

La viralidad se está convirtiendo en sinónimo de superficialidad, de falta de contenido válido, y esto podemos verlo en el éxito asombroso de Kim Kardashian, una mujer joven y bella que es famosa por no tener habilidades o talento alguno, a excepción de mostrar sus atributos traseros. Ella es viral porque no toma una posición ante nada, no tiene nada que ofrecer. Es por esto que su retórica es tan inclusiva: las opiniones excluyen, dejan afuera a aquellos que no están de acuerdo con uno, ya que estos pueden “irse” y darte “unfollow”.

Pero, ¿cómo podemos manejar la complejidad de la vida si continuamos con esta actitud tan superficial e ignorante? ¿Cómo podemos superar la era de posverdad? Necesitamos tomarnos nuestro tiempo para leer, aislarnos de la fluctuación rápida del mundo que nunca deja de girar, y pensar. Las grandes ideas no pueden surgir de un estado de opacidad de la mente, fijando la atención de manera interminable en las redes sociales, notificaciones, compartir y “twitear”. Necesitamos tiempo para metabolizar lo que nos rodea y poner en práctica nuestro pensamiento crítico. Es la única manera de evitar que las noticias falsas sean aceptadas como admisibles y prevenir que los políticos tomen ventaja de nuestra ignorancia y abusen de su poder.

Podemos cambiar las cosas siendo ciudadanos y humanos considerados: debemos leer, no caer por los estereotipos, revisar y seleccionar cuidadosamente nuestras fuentes de información, no permitir que nuestras emociones dominen nuestras opiniones, PENSAR, y tal vez así la posverdad será solo un recuerdo algún día.

Autora

Iris Pase (Italia)

Estudios: Historia y Filosofía.

Idiomas: Italiano, Inglés.

Europa es… conocer otros Europeos y sentir una historia, cultura y mentalidades colectivas.

Blog: The Venetian Rover

Ilustración

Luzie Gerb (Alemania)

Estudia: Historia del arte, Bellas Artes y Estudios Culturales Comparados

Habla: Alemán, Inglés, Sueco y Francés

Europa es… un lugar lleno de sitios increíbles, gente interesante y sus historias

Blog: luzie-gerb.de

Traductora

Paola López Darce (España)

Estudios: Lengua Literatura, Civilizaciones Extranjeras Inglesas.

Idiomas: Español, Inglés, Francés.

Europa es… nuestro pasado, presente y futuro.

Blog: parisi0n.tumblr.com

Revisora

Miriam Vázquez (España)

Estudia / Trabaja: Periodismo y Ciencias Políticas y de la Administración

Habla: español, catalán, inglés, algo de francés y alemán

Europa es… un lugar único donde convive gente de diferentes culturas, idiomas y puntos de vista.

Twitter: @mirabroad

Author: Anja

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