¿Existe un choque cultural entre parejas de distintas nacionalidades?

Las parejas multiculturales son una realidad cada vez más común en nuestras sociedades globalizadas. Los viajes, el trabajo y los estudios hacen que se generen nuevas relaciones en las que la comunicación y el respeto por las tradiciones de los miembros de la pareja son la clave para una convivencia duradera. Sin embargo, estas personas también suelen ser víctimas de numerosos problemas entre los que destacan los infinitos trámites burocráticos y la discriminación.

La globalización, los viajes, las iniciativas educativas para fomentar la cohesión europea, como las becas Erasmus y otro tipo de proyectos relacionados con la internacionalización de ideas y empresas, han dado como resultado que el número de parejas con distintas nacionalidades prolifere en los últimos años. Sin embargo, no todas las vivencias de amor son simplemente historias de dos.

El idioma, las costumbres y tradiciones, la familia o la discriminación son solo algunos de los elementos que afectan directamente a las parejas que proceden de distintas partes del mundo. Aunque todas las relaciones pueden atravesar momentos de crisis, ellos lo tienen claro: la comunicación y el respeto por las tradiciones del otro son fundamentales para las parejas multiculturales.

Hace menos de un año que Alessandra volvió de su viaje a Argentina. Era la primera vez que visitaba Latinoamérica pero, aunque viajaba sola, llevaba la maleta llena de ilusiones, puesto que pasaría su primera Navidad en el verano austral de Salta con la familia de su novio, Óscar.

“Nos conocimos en una fiesta de cumpleaños de un amigo de Óscar. Yo fui para acompañar a una amiga, eso era al principio de mi Erasmus”. Así relata la italiana la noche de 2010 en la que conoció a su pareja. Tres años después, Alessandra y Óscar viven juntos en un pueblo de la Costa del Sol llamado San Pedro de Alcántara.

La convivencia ha sido siempre uno de los fuertes de la pareja italo-argentina: “creemos que la cultura argentina es muy parecida a la italiana, por eso han cambiado pocas cosas, como por ejemplo la manera de expresarse”.

Tanto en casa como fuera de ella, se comunican en español. “Es el idioma nativo de Óscar y la lengua oficial del país donde residimos, por lo que lo vemos como parte de lo cotidiano”, reconoce Alessandra, mientras puntualiza que también hablan algo de italiano ya que Óscar lo ha aprendido en los últimos años.

PHOTO 1 GABY Y DANIEL

Gaby y Daniel

Cosas de pareja

Dejar de utilizar la palabra “carro” por “coche” y “coleto” por “fregona” han sido solo algunos ejemplos de cómo el vocabulario de la venezolana Gabriela ha cambiado debido a residir en España con su pareja Daniel. Desde que se conocieron hace seis años, la venezolana siempre se ha sentido como en casa. “En todas partes hay alguien que te ayuda y te da consejos y eso se agradece, sobre todo al principio: la familia de mi novio, en el trabajo y en el día día”, afirma Gaby.

Al preguntarle sobre el día en el que se conocieron, la venezolana recuerda todos los detalles. “Nos conocimos a través de nuestros primos, ya que cuando yo llegué a Málaga hace 6 años mi prima y su primo eran novios. Mi hermano y yo estuvimos un tiempo viviendo con ellos y un día su primo organizó una barbacoa y allí lo conocí”, recuerda.

Por su parte, en la relación venezolano-española, la vida de pareja ha cambiado extraordinariamente sus rutinas, especialmente las que se refieren a los horarios. No es un mito: en España se come, cena y duerme más tarde que en el resto del mundo. Gaby, por ejemplo, cenaba dos horas antes en Venezuela y se iba a la cama alrededor de las 21.30, mientras que actualmente prefiere irse a dormir a partir de las 23 horas.

Según los datos publicados por el boletín digital estadístico ‘Mujeres en Cifras’, editado por el Instituto de la Mujer en febrero de este año, entre 1996 y 2011 se celebraron en España 386.113 matrimonios en los que al menos uno de los contrayentes tenía nacionalidad extranjera. Debe señalarse que, en 303.704 de dichos matrimonios, uno de los cónyuges tenía nacionalidad extranjera y el otro nacionalidad española, es decir, en el 78,66% de los casos una mujer o un varón español contrajo matrimonio con una persona de nacionalidad extranjera; los matrimonios en que ambos cónyuges tenían nacionalidad extranjera fueron 82.409 durante el período considerado.

PHOTO 2 ALESSANRA Y ÓSCAR

Alessandra y Oscar

Sin documentos

No obstante, estas cifras no reflejan los problemas derivados de la xenofobia o el racismo que pueden sufrir estas parejas multiculturales. “Óscar sufrió discriminación en España al principio de nuestra relación porque, al no tener papeles, era complicado subsistir trabajando sin documentos”.

De hecho, muchos inmigrantes con pareja deben atravesar esta complicada situación por la que en numerosas ocasiones se ven obligados a aceptar empleos con salarios inferiores a los de sus compañeros europeos, realizar más horas de trabajo o, simplemente, no acogerse a las ventajas laborales del resto de la plantilla.

“La situación mejoró cuando nos hicimos pareja de hecho”, afirma Óscar. Una sentencia del Tribunal Supremo español equiparó los matrimonios y las parejas de hecho,  a los efectos de solicitar la autorización de residencia como familiar de ciudadano comunitario el día 3 de noviembre de 2010, por lo que la pareja italo-argentina no lo pensó dos veces.

La solución para ser ciudadanos de pleno derecho en la Unión Europea pasaba por un trámite burocrático que permitía a Óscar hacer exactamente lo mismo que había hecho Alessandra en Navidad, viajar a Italia para conocer a su familia política.

[crp]

Autor

Ruth de Frutos (España)

Estudia / Trabaja: Periodismo

Habla: español, italiano, inglés, algo de portugués

Europa es… el lugar donde vivo y trato de conocer mejor cada día.

Twitter: @ruthdefrutos

Author: Anja

Share This Post On

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

css.php