Mi lengua, mi hogar: el maltés

¿Cuánto sabes del maltés? ¿No mucho? En esta nueva entrega de nuestra serie “Mi lengua, mi hogar” podrás descubrir más sobre el idioma que se habla en la pequeña isla de Malta.

Por Sephora Francalanza / 16.1.2017

Parte I: Mi lengua, mi hogar: el catalán

Con el tiempo, parece que el idioma maltés se ha vuelto inferior a otros idiomas, especialmente al compararlo con el inglés. Esto se da en un país que está obsesionado con lo binario, con la dualidad de todo: el partido nacionalista contra el partido laborista, la rivalidad entre band clubs locales… el idioma maltés se ve enfrentado con el inglés. De hecho, si le preguntaras a cualquier maltés por qué no le dan más importancia a su idioma, probablemente dirían que el maltés ya no es útil, ya que solo se usa en una pequeña isla y lo hablan unas 400.000 personas. Sin embargo, muchos no se dan cuenta de lo única que es nuestra lengua, de cómo ha cambiado, de todo por lo que ha pasado para sobrevivir en su estado actual y lo increíble que es que siga sobreviviendo en el 2016.

Aunque pueda sonar a cliché, el maltés es un tesoro que debe ser protegido por el simple hecho de que tengamos nuestra propia lengua perteneciendo a un país tan pequeño. Una lengua que se utiliza en los periódicos, en la literatura, en internet, en la televisión y en los teatros, y que tiende a ser olvidada por gran parte de nuestra población cuando debería ser reconocida y celebrada. No es la primera vez que un extranjero me ha preguntado por mi lengua materna, y casi siempre recibo la misma reacción de sorpresa y fascinación cuando explico que el maltés es una mezcla de influencias de otras lenguas y que todavía se usa bastante hoy en día. Entonces, ¿por qué no lo vemos tan fascinante como los extranjeros? ¿Es porque nos hemos acostumbrado a ello, porque despreciamos sus raíces árabes o porque suena bárbaro al compararlo con el inglés? O puede que simplemente sea porque no sabemos lo suficiente sobre él. Cuando le digo a la gente que estudio maltés, siempre recibo la misma respuesta – “Si eres maltesa seguro que ya sabes maltés, ¿por qué necesitas estudiarlo?”. Oh, ¡pero hay muchísimas más cosas que todavía tengo que descubrir! Con cada clase a la que voy me doy cuenta de lo mucho que me queda por aprender.

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Malta en el Mediterráneo

El maltés es la única lengua semítica que utiliza el alfabeto latino. Los elementos gramaticales básicos como el artículo, los pronombres, los números, las conjugaciones verbales y el vocabulario básico que expresa una vida sencilla provienen todos del árabe, de dialectos árabes, sobretodo del tunecino. Sin embargo, el aspecto decorativo y descriptivo de la lengua viene de las lenguas romance, lenguas que se desarrollaron a partir del latín. ¿Cómo funciona esto? Básicamente es como si la puerta es árabe mientras que la sobrepuerta que la decora es romance, o italiana para ser más precisos. Este símil funciona en múltiples niveles ya que la palabra maltesa para puerta ‘bieb’ (pronunciado: /bæb/) viene de la palabra árabe باب /bab/, mientras que la palabra maltesa para sobrepuerta es la misma que la italiana: sopraporta. Esto muestra cómo la palabra básica suele ser árabe, mientras que las más decorativas suelen ser de origen italiano, siciliano, francés o español. Así pues, añadimos prefijos y sufijos italianizantes a una palabra de origen árabe y esto da el punto verdaderamente único de la lengua maltesa.

Las palabras árabes en maltés son ahora un poco diferentes de las palabras árabes contemporáneas, pues estas palabras fueron adoptadas por los malteses hace cientos de años y quedaron posteriormente aisladas en una isla lejos de otros países de habla árabe, por lo que evolucionaron de forma distinta. Por ello, el maltés ha mantenido palabras árabes arcaicas similares a las que aparecen en el Corán, como la palabra maltesa para cama, ‘sodda’, que proviene del árabe clásico, mientras que en el árabe hablado, la palabra utilizada es ‘alfarash’, de la que deriva la palabra maltesa para sábanas, ‘friex’.

Con el paso de los años, después de que hubiese pasado por manos de varios gobernantes europeos, Malta y su lengua empezaron a estar más y más europeizadas. Hoy en día, las palabras maltesas para ‘buenos días’ y ‘buenas tardes’ son ‘bonġu’ y ‘bonswà’, que provienen de los saludos en francés ‘bonjour’ y ‘bonsoir’. Sin embargo, los franceses llegaron a Malta en 1798 y los Caballeros de St. John estuvieron aquí en 1530, entonces, ¿qué usábamos antes? En lugar de ‘bonġu’ utilizábamos ‘sbieħ il-ġid’, que se traduce como ‘el alba de la prosperidad’, una expresión que nos suena demasiado rígida y rara hoy en día.

Añade inglés a la receta y obtendrás la lengua maltesa tal y como se utiliza hoy en día. Mientras el inglés se está infiltrando en todas las lenguas a través de la nueva jerga tecnológica, en Malta esta influencia se ve reforzada por el hecho de que el inglés es uno de nuestros idiomas oficiales. Como población bilingüe, los malteses están todo el tiempo buscando un equilibrio entre las dos lenguas. La mayor parte de los medios usa el inglés y por eso para algunos de nosotros es más sencillo expresarnos en inglés, especialmente si se tiene en cuenta que algunos hemos ido a escuelas privadas donde se hablaba inglés todo el rato excepto en las clases de maltés. Es una pena, porque ¿qué puede ser más adecuado para expresar lo que sientes que tu propia lengua? Desgraciadamente, hoy nos encontramos con un creciente número de personas que están constantemente cambiando entre el inglés y el maltés y que, como consecuencia, no dominan ninguno de los dos.

Pese a todo ello, en Malta todavía tenemos distintas variantes de la lengua, es decir, dialectos. Aunque Malta es un diminuto país en el medio del mar Mediterráneo, un punto en el mapa, tenemos sin embargo nuestra propia lengua. Es más, ésta varía de pueblo a pueblo. Se han realizado, y se siguen realizando, muchos estudios sobre los dialectos empleados en algunas partes del país, que se mantienen vivos no sólo gracias a nuestros mayores sino también a nuestros jóvenes que han crecido hablando estos dialectos, como los de Żebbuġ, Qormi, Żejtun, la zona de Cottonera y Gozitan, donde las variaciones del maltés son más pronunciadas, especialmente en Xewkija y Nadur. Por ejemplo, tanto en Xewkija como en la zona de Cottonera, aún hay personas que “hablan con la k”, es decir, que pronuncian la ‘q’ con el sonido de una ‘k’, en lugar de utilizar un sonido glotal cerrado tal y como hace la mayoría. Así pues, palabras como ‘qattus’ (cat) /ʔɐttʊs/ y ‘qamar’ (moon) /ʔɐmɐr/ se convierten en ‘kattus’ /kɐttʊs/ y ‘kamar’ /kɐmɐr/. En Għarb, un pequeño pueblo en Gozo, algunas personas pronuncian la normalmente sorda ‘h’ y pronuncian ‘deħeb’ /dɛhɛp/ en lugar de ‘deheb’ /dɛːp/ (oro), y así acercan el idioma a nuestras raíces árabes. Esta pronunciación está desapareciendo poco a poco, y ha sido rechazada por ser vista como un hábito anticuado, pero debe apreciarse el hecho de que todavía siga siendo utilizada en el 2016.

Hay de hecho muchos lingüistas e investigadores que aprecian y se maravillan con nuestra lengua, que la estudian y la examinan; porque las lenguas son cosas vivas, que continúan desarrollándose y creciendo mientras nos enseñan sobre su historia, y la del país y la sociedad a la que pertenecen. Puedes imaginar mi sorpresa al escuchar a una mujer alemana hablar sobre las raíces etimológicas y los pormenores gramaticales de la lengua maltesa con otros extranjeros. Me acerqué a ella y le pregunté cómo había llegado a saber tanto sobre el maltés. Era una lingüista alemana que decidió centrar sus estudios en la lengua maltesa y que visita el país cada cierto tiempo para escuchar y observar cómo los malteses se comunican entre sí e intentar comprender mejor nuestra lengua. También añadió que el maltés es una de las lenguas que se enseña en una universidad en Bremen, Alemania. Pensé: “Wow, aquí está una extranjera que se ha interesado tanto por nuestra lengua mientras que la mayoría de la gente en esta isla tiende a evitarla y casi se avergüenza de usarla”, ya que solemos verla como demasiado informal. De hecho, cuando escribimos una carta o un email, o incluso cuando llamamos por teléfono para una cita, hemos empezado a utilizar el inglés porque vemos el maltés como demasiado inferior. Esta actitud debe, en mi opinión, ser cambiada. Si nosotros, los hijos de nuestra lengua materna no hacemos el esfuerzo de mantenerla viva, ¿entonces quién lo hará?

Para finalizar este artículo, he elegido unos versos de un poema de Anastasju Cuschieri, que apareció en la revista ‘Leħen il-Malti’ (La Voz del Maltés) en 1937, y que todavía son válidos a día de hoy.

 

‘Ilsien Pajjiżi’

Fost l-ilsna kollha, ja lsien pajjiżi,

Isbaħ u bħalek jien ma narax;

Ruħi mingħajrek, bħal fomm imbikkem,

Li jrid jitkellem u ma jistax.

 

Għani f’faqartek, kbir fi ċkunitek

Taqbel ma’ qalbi, taqbel mal-ħsieb;

Bik fuq xufftejja il-mewt għad nara

Tad-dinja l-oħra tiftaħli l-bieb.

Mi lengua nativa

Entre todas las lenguas, oh lengua nativa,

Nada se compara a ti y a tu belleza;

Sin ti mi alma es como una boca cosida,

Que necesita hablar pero no puede.

 

En tu simpleza hay riqueza, grandeza en tu pequeñez

Emparejas mi corazón y mis pensamientos;

Tuyas serán las últimas palabras de mis labios

Mientras me llevas a la siguiente vida.

 

Aquí puedes escuchar el poema. (Programa 6, 2:50 a 4:25)

 

Autora

Sephora Francalanza (Malta)

Estudia: Maltés a nivel universitario

Idiomas: maltés, inglés, francés, español

Europa es… un remolino de culturas, valores e historias

Traductora

Soledad Román Pérez-Moreira

Estudia/Trabaja: Derecho y Ciencias Políticas y de la Administración

Habla: Español, inglés, francés, alemán, algo de italiano

Europa es…un sueño multicultural por cumplir

Twitter: @dadelosnamor

Blog: http://sromper.blogspot.de

Revisora

Miriam Vázquez (España)

Estudia / Trabaja: Periodismo y Ciencias Políticas y de la Administración

Habla: español, catalán, inglés, algo de francés y alemán

Europa es… un lugar único donde convive gente de diferentes culturas, idiomas y puntos de vista

Twitter: @mirabroad

Author: Anja

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2 Comments

  1. ¡Bonġu Sephora!

    Me siento identificado con tus palabras. Yo vivo en la Comunidad Valenciana (España) y nuestro maltés aquí es en muchos casos el valenciano.

    Recorrido fascinante el del maltés, lo has descrito magistralmente.

    Pero el maltés ya no es la única lengua semítica a escribirse con el alfabeto latino 😉 hace algún año que ‘dialectos’ árabes se escriben así. El dariya, por ejemplo. No me acaba de gustar. Es cierto que lo mismo le pasó al turco y hoy tan anchos, pero… no sé. ¿Tú qué piensas? Igual acostumbrada a escribir tanta ‘matería árabe’ con tu maltés, para ti es más ordinario.

    No me sorprende por otro lado el mayor interés de la profe alemana respecto al ciudadano maltés medio. Desgraciadamente, se nos antoja ‘ordinario’ lo que tenemos delante de las narices. Y por otra parte, la historia de Malta es sumamente interesante.

    Buena entrada. Voy a usar, con tu permiso, la metáfora de puerta y sobrepuerta para explicar el maltés 🙂

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  2. Hola!

    La verdad es que estuve en Malta de vacaciones hace unos años y me vine impresionado del idioma. Sabía de su existencia pero nunca lo había escuchado hasta que fui. Me encantaría aprenderlo, hablo hebreo y chapurreo algo de árabe y mis lenguas son el castellano y el valenciano por lo que supongo que tendría más facilidad que partiedno de cero. Si me pudieras orientar con material para aprenderlo, te lo agradecería. grazzi hafna!

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