Atracciones‌ ‌culturales‌ ‌y‌ ‌especialidades‌ ‌gastronómicas‌ ‌de‌ ‌Bruselas‌

En mi último artículo presenté algunos de los lugares imprescindibles de Bruselas. Sin embargo, si tienes la oportunidad de quedarte en esta ciudad durante varios días, merece la pena que te fijes en algunos de sus barrios.

Por Julia Mayer / 15.04.2020

Justo fuera del centro se encuentra el Atomium, levantado con ocasión de la Feria Mundial de 1958. Es una verdadera atracción turística y un lugar popular para tomar selfies para demostrarles a tus seguidores que has estado realmente en Bruselas. Pero, ¿qué pasa con este edificio? Representa un cristal de hierro ampliado miles de millones de veces, el cual por su parte tiene que ver con la Era Atómica y pretende llamar la atención hacia el uso pacífico de la energía nuclear. Y cumple con éxito su objetivo, sobre todo gracias a sus 102 metros de altura y al impacto que esto genera. Por cierto, en principio toda la estructura debía ser un cuarto más grande de tamaño. Sin embargo, al final eso no se pudo cumplir porque había que garantizar la seguridad de vuelo. El Atomium es bonito de mirar no sólo por fuera, sino que sus esferas y los túneles que las conectan tienen una vida en su interior que merece la pena ver. Las escaleras mecánicas en esos túneles y el ascensor en el túnel central llevan a los turistas hasta la esfera más alta en unos pocos segundos. Desde allí puedes tomar un café y disfrutar de la vista de la ciudad. Según el tiempo que haga ese día en Bruselas, podrás alcanzar a ver los tejados más o menos lejanos. Por eso se recomienda visitar esa atracción en un día despejado – aunque la niebla de Bélgica  tiene su encanto también. 

Hablando de vistas con encanto, también puedes disfrutar de ellas desde el Palacio de Justicia de Bruselas, la sede de los tribunales de justicia más importante de todo el país. Construido en el siglo XIX en una colina en el sur de la ciudad, tuvo la influencia de varios estilos diferentes: por eso, puedes notar el estilo egipcio, el babilonio y el clásico antiguo. Ellos han hecho del Palacio de Justicia un monumento que moldea el paisaje urbano. A un paso del Palacio de Justicia se encuentra la Noria, cuyo punto más alto alcanza alrededor de la mitad de la altura del Atomium, pero igualmente brinda una magnífica vista de la ciudad.

Los estilos arquitectónicos del Palacio de Justicia también se reflejan en los varios edificios de la ciudad. De hecho, desde el exterior Bruselas es un ejemplo interesante de la coexistencia de diferentes tradiciones y estilos de arquitectura, desde la Alta Edad Media hasta la Edad Moderna.

Además, cerca del centro de la ciudad se halla el Parque del Jubileo con su Arco del Triunfo, el cual pretende ilustrar la gloriosa historia de Bruselas y constituye la puerta de entrada al parque. De todas formas, el parque tiene muchas entradas, ya que a menudo se usa para actividades deportivas y de diversión. 

Después de un paseito en la naturaleza del parque, quienes quieran profundizar su cultura sobre la ciudad pueden visitar tres museos adyacentes al Arco del Triunfo. Ahí está el  Museo de la Historia del Arte para los apasionados de arte y de historia, y el Museo del Automóvil para los amantes de los coches. El Museo Real de las Fuerzas Armadas e Historia Militar abarca doce siglos de historia militar, desde las armaduras medievales hasta llegar al avión de combate aéreo F-16. No puedes irte sin ver los 130 aviones militares en el salón de aviación.

Un arte que ha tenido un gran impacto gracias a sus ideas originales y que por eso no debería pasar desapercibido es el de los tebeos. Muy poca gente sabe que las tres series de cómics más exitosas vienen de Bélgica: el cómic policial “Las aventuras de Tintín”, que cuenta la vida de ese aventurero y de su perro, la famosa serie de “Los Pitufos” y, por último, el héroe del oeste “Lucky Luke”. Si estás en la capital belga, poco a poco llegará a ser evidente que estos personajes son de Bélgica, ya que los encontrarás en muchos edificios. Estos héroes de los cómics decoran el paisaje urbano y son una prueba de la valorización de este arte.

Ahora pasamos a las especialidades gastronómicas, de las que ya hablé en mi primer artículo, “De paseo por el centro de Europa”. En Bruselas, sin duda tienes que probar las papas fritas belgas, también conocidas como patatas a la francesa. Estas papas fritas, que en Bélgica no se sirven como acompañante sino como plato principal, son originarias de Bélgica y son diferentes de otras variantes del mismo plato, como las papas fritas alemanas. Crujientes por fuera y tiernas por dentro, se fríen dos veces y se sirven con una variedad de salsas: esta es la auténtica especialidad belga. Puedes probarlas en varios lugares  en Bruselas, sin embargo los más conocidos son Frit Flagey y Maison Antoine, donde las han comido muchos personajes famosos, como la cancillera de Alemania Angela Merkel. Por eso hay que hacer cola, sin embargo, puedes aprovechar la espera para escoger la guarnición para tus patatas entre alrededor de 30 salsas. 

Otra característica especial de Bélgica es que muchos bares y pubs cerca de estos puestos de papas fritas llevan el anuncio “Frites acceptées”. Eso quiere decir que puedes llevarte las papas fritas en el pub, por si quieres acompañarlas con una cerveza belga, por ejemplo. Y eso nos lleva a otra especialidad que nos brinda este país: la cerveza. Bélgica es el primer país por consumo de cerveza por persona. Sólo Baviera puede igualar su nivel. Bélgica no está sujeta a ninguna ley de pureza y casi tiene la mayor variedad de cervezas por tipo y marca. Al ser el bebedor de cerveza belga tan flexible, elige la cerveza correcta dependiendo de la situación, del estado de ánimo, del tiempo y de la comida. Un auténtico belga se fijará principalmente en cervezas de alta fermentación, de la cerveza de trigo a la Alt, y en la Lambic en sus variaciones de Kriek a Gueuze.

Sin embargo, los belgas también tienen el liderazgo en los postres. Alrededor de la Grand-Place, así como en muchos callejones del centro, se puede percibir un aroma dulce que señala la presencia de muchas delicias en la zona. Puedes encontrar una amplia variedad de chocolate, pralinés, además de los famosos gofres belgas. Estos son más gordos de los de Alemania y llevan estampados. Otra vez, no hay límites para la imaginación en tema de guarniciones – casi todo tipo de salsas, frutas y decoraciones son ideas realizables. 

Ahora ya has aprendido algo sobre las especialidades de Bruselas. Muchas de ellas son para engordar, sin embargo no tienes que probar todas las variantes posibles y no necesitas comerlas todos los días. Además, puedes equilibrar las calorías de estas exquisiteces paseando por los maravillosos parques, que serán objeto de mi próximo artículo sobre Bruselas. 

Es más, también hablaremos de platos salados que contienen menos grasa, como las tartas, que por cierto están disponibles en varias formas. 

Sí, has leído bien: en Bélgica se suele comprar no solo un trozo de tarta, ¡sino la tarta entera!

Lo que estos platos belgas tienen en común es que todos se preparan con mucho amor y atención, ¡que todos deberían gustar por sí mismos!

Autora

Julia Mayer (Alemania)

Estudios: administración pública

Idiomas: alemán, inglés, francés

Europa es... Comunidad que nos une, fundada en la paz y los valores universales, única en esa forma, indispensable para nuestra coexistencia.

Traducción

Monica Nicol (Italia)

Estudios: Traducción

Idiomas: italiano, inglés, español, catalán

Europa es... un puente entre lenguas y culturas diferentes

Revisión

Nazzareno Lacidogna (Italia)
 
Educiación: grado en "Mediazione linguistica e culturale", posgrado en "Comunicazione e Media"
 
Lenguas: italiano, español, inglés, francés, japonés
 
Europa es... oportunidad para conseguir una vida mejor
 

Author: alessandra

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