Explorando Alsacia: dos “ciudades” increíbles

Alsacia es una región situada en la frontera oriental de Francia y al lado de Alemania y Suiza. Es un sitio repleto de magia y de sorpresas. Gracias a nuestra nueva serie de relatos, vais a ser protagonistas de ese lugar tan especial y podréis saborear algunas de las tantas maravillas que esta región puede brindar…

Por Alessandra Ivaldi / 5.02.2020

Este es el segundo artículo de nuestra nueva sección dedicada a la exploración de Alsacia y pone su enfoque en dos lugares con muchas peculiaridades.
Seguimos en Mulhouse, objeto del artículo anterior de la serie. Si todavía no conocéis esa maravillosa ciudad francesa, ¡ya os toca entrar en el enlace para descubrirlo todo sobre la “Manchester francesa”!
http://meetinghalfway.eu/2019/12/esploriamo-lalsazia-mulhouse/
Entre las numerosas atracciones que brinda la ciudad, encontramos dos museos que no os podéis perder: la Cité de l’Automobile y la Cité du Train.

La Ciudad del Automóvil. Esta primera atracción representa el museo de los automóviles más importante del mundo y esconde en su pasado una historia asombrosa.
Su interior acoge una colección de coches de prestigio, en la que hasta el visitante menos experto puede admirar y apreciar la majestuosidad de los automóviles producidos por las más famosas empresas automovilísticas del mundo y explorar la evolución de este fundamental medio de transporte, empezando por sus orígenes hasta llegar a los coches más rápidos y tecnológicos de la sociedad moderna.
Esta escalofriante colección encuentra sus raíces en la pasión desenfrenada para los coches de los hermanos Fritz y Hans Schlumpf, los que dieron a luz un verdadero imperio industrial de tejidos en Mulhouse entre 1935 y 1976.
De forma sigilosa y ocultada, el hermano menor Fritz empezó a comprar autos antiguos, llegando a establecer contactos con vendedores en toda Europa y en América también.
Su colección creció rápidamente y se quedó en secreto en el interior de los almacenes de un establecimiento industrial. Sólo a pocos privilegiados fue concedido el permiso de verla.
Con el paso de los años, también Hans empezó a participar en la colección de coches prestigiosos y los dos hermanos gastaron una suma considerable de su riqueza para expandir su colección y para colaborar con unos restauradores profesionales que les arreglaban los coches antiguos que compraban.
En los años Setenta, los hermanos decidieron revelar a los medios de comunicación la existencia de su increíble colección e inaugurar de forma espectacular su próximo museo del automóvil. Todo estaba listo para la gran apertura de la nueva atracción, sin embargo los dos hermanos nunca vieron su sueño hacerse realidad. De hecho, en los mismos años el imperio industrial de los Schlumpf entró en una profunda crisis. Los dos hermanos vieron su objetivo alejarse cada vez más y sus fábricas cerrarse, despidiendo a todos sus empleados. Éstos en 1977 se enteraron de la existencia de la colección privada y de la sorpresa mediática organizada por los hermanos para la promoción de su museo. Las consecuencias fueron algo imprevisible para los Schlumpf: los obreros tomaron posesión de la colección y la hicieron pública. Es así que nació el Museo de los trabajadores (en francés, Musée des travailleurs) con entrada gratuita.
Tras un proceso judicial muy largo, el Estado francés logró comprar la preciosa colección y la vendió a la Asociación del Museo Nacional del Automóvil (Association du Musée National de l’Automobile), creada con el objetivo de preservar los coches comprados por los hermanos Schlumpf y guardarlos en Alsacia. El Museo Nacional del Automóvil fue inaugurado en 1982.
Unos años después, en 1989, Fritz Schlumpf obtuvo por parte del Tribunal de Apelación de París la concesión de renombrarlo como Musée National de l’Automobile – Collection Schlumpf (Museo Nacional del Automóvil – Colección Schlumpf). Su nombre actual, Ciudad del Automóvil, fue creado en 2006 tras la completa renovación del museo. Hoy día, los visitantes que se dirigen a este sitio pueden admirar la estupenda colección de los hermanos Schlumpf, dividida en varios sectores según la clasificación cronológica de los varios modelos de coches, y pueden observar de cerca los más prestigiosos coches de carreras de toda la vida. A eso se le añadieron exposiciones muy atractivas e interactivas, reproducciones y cortos en 3D con el objetivo de explicar cómo funcionan las varias clases de motor y de demostrar a los ojos de los visitantes el moderno proceso de construcción de los coches gracias a la presencia de dos robots industriales.
No faltan áreas recreativas para niños, y también hay un tren eléctrico que brinda la oportunidad de visitar en muy poco tiempo la enorme colección de los hermanos Schlumpf. Además, a los niños se les concede la posibilidad de observar de cerca unos coches de juguete, objetos del pasado para los soñadores más o menos jóvenes.
En conclusión, en ciertas épocas del año, los visitantes pueden admirar los coches del pasado tomando vida propia en el llamado autodrome, un circuito presente en el mismo museo.

La Cité du Train

La Ciudad del Tren. Igual de fascinante es la Cité du Train, que representa el más grande museo de ferrocarriles de Europa. Cuenta con más de una centena de vehículos y un amplia colección de objetos relacionados con la historia de los trenes.
Los visitantes tendrán la posibilidad de observar de cerca, o hasta en su interior, trenes de toda clase: locomotoras de vapor, eléctricas, Diesel… ¡Podrán incluso acercarse a lo que será el tren del futuro y enterarse de su velocidad de desplazamiento!
En la primera área del museo se puede viajar a través del tiempo: sumergida en la penumbra, en un escenario que os dejará a todos sin aliento, aparece una multitud de trenes y de vagones trasnochados, a partir de la segunda mitad del siglo XIX tras la Segunda Guerra Mundial.
Siguiendo el recorrido marcado, se podrán profundizar diferentes aspectos de la historia de los ferrocarriles, de los vagones lujosos de los nobles a la pobreza de las clases bajas, a la emoción de los primeros días festivos otorgados para la clase obrera, para acabar con el horror de la Guerra. Un conjunto de maniquí de tamaño real, que representan maquinistas y pasajeros, hace que esta experiencia provoque una fuerte sensación a la hora de explorar este mosaico de varias épocas.

Hercule Poirot

 

Hablando de maniquíes, está ahí presente también el celebérrimo investigador Hercule Poirot a bordo del Orient Express, rodeado por otras figuras de la inolvidable novela redactada por Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express.
Siguiendo con la visita, hallamos una área más luminosa donde se puede observar cómo funcionan los diferentes tipos de locomotoras y profundizar la historia de este imprescindible medio de transporte.
En conclusión, ¿por qué no probar lo que era conducir un tren de vapor? Si no lo creéis posible, os estáis equivocando: por fin, los visitantes pueden probar esa auténtica sensación de conducir un tren en su vía que forma parte del circundado del museo y que en un entonces se empleaba para el tránsito tradicional de vehículos ferroviarios.

Autora

Alessandra Ivaldi (Italia)

Habla: Italiano, inglés, alemán, francés

Europa es… patrimonio cultural

sitio web: https://iva1794.wixsite.com/home

Traducción

Nazzareno Lacidogna (Italia)
 
Educiación: grado en "Mediazione linguistica e culturale", posgrado en "Comunicazione e Media"
 
Lenguas: italiano, español, inglés, francés, japonés
 
Europa es... oportunidad para conseguir una vida mejor
 

Revisión

Monica Nicol (Italia)

Estudios: Traducción

Idiomas: italiano, inglés, español, catalán

Europa es... un puente entre lenguas y culturas diferentes

Ilustradora

Daria Subkhangulova (Rusia)

Idiomas: ruso, inglés.

Profesión: ilustradora

Europa es...variedad y amistad.

 

Author: alessandra

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